Los Beneficios de Mantener las Pulsaciones Aeróbicas durante el Ejercicio Cardiovascular y su Relación con la Recuperación de Lesiones en Fisioterapia Deportiva

El ejercicio cardiovascular es una parte esencial de la salud física, ya que mejora la resistencia, fortalece el corazón y los pulmones, y contribuye al bienestar general. Un aspecto crucial de este tipo de ejercicio es la gestión de la frecuencia cardíaca, especialmente en el rango de pulsaciones aeróbicas, que suele situarse entre el 70% y el 80% de la frecuencia cardíaca máxima. Mantenerse dentro de este rango no solo optimiza el rendimiento, sino que también juega un papel importante en el proceso de recuperación de lesiones, particularmente en el contexto de la fisioterapia deportiva.

¿Qué son las pulsaciones aeróbicas?

Las pulsaciones aeróbicas se refieren a la frecuencia cardíaca que permite al cuerpo obtener la energía necesaria para realizar ejercicio prolongado principalmente a través del metabolismo aeróbico, es decir, utilizando oxígeno para quemar grasas y carbohidratos. Este rango varía según la edad y la condición física, pero generalmente se calcula restando la edad de 220 para obtener la frecuencia cardíaca máxima (FCM) y aplicando un porcentaje (entre 70% y 80%) a esa cifra.

Algunos métodos de entrenamiento dividen las frecuencia cardiaca en franjas según el objetivo que se desea trabajar. Las pulsaciones aeróbicas corresponden a la zona cardiaca 3.

Una manera rápida de calcular tus pulsaciones aeróbicas es restar tu edad a 180. El numero resultante va a estar muy cerca de tus pulsaciones aérobicas sin necesidad de aplicar porcentajes.

Beneficios de mantener las pulsaciones aeróbicas durante el ejercicio cardiovascular

Mantener el ritmo cardíaco dentro del rango aeróbico tiene múltiples beneficios:

  1. Mejora la eficiencia cardiovascular: El ejercicio en este rango fortalece el corazón, permitiéndole bombear más sangre con cada latido. Esto mejora la circulación y la oxigenación de los tejidos.
  2. Favorece la quema de grasas: A intensidades moderadas, el cuerpo utiliza principalmente las reservas de grasa como fuente de energía, lo que contribuye a la pérdida de peso y al control del índice de masa corporal (IMC).
  3. Aumenta la resistencia: La capacidad aeróbica se incrementa, permitiendo al cuerpo mantener la actividad física durante más tiempo sin fatiga.
  4. Reduce el riesgo de lesiones: Al no sobrecargar los músculos y articulaciones, el ejercicio moderado es menos propenso a causar lesiones por sobreesfuerzo o impacto.
  5. Mejora la recuperación muscular: Después de sesiones intensas o deportes de alta demanda física, el ejercicio aeróbico en este rango ayuda a eliminar subproductos metabólicos como el ácido láctico, lo que disminuye la rigidez y facilita la recuperación muscular.

Relación con la recuperación de lesiones en fisioterapia deportiva

En el ámbito de la fisioterapia deportiva, el control de las pulsaciones aeróbicas juega un papel esencial durante el proceso de rehabilitación. Cuando un atleta se lesiona, la prioridad es recuperar la funcionalidad sin generar más estrés en la zona afectada. Aquí es donde el ejercicio cardiovascular de baja o moderada intensidad cobra gran importancia, ya que permite mantener una buena condición física sin comprometer la recuperación.

1. Mantener la condición física general

Una de las principales preocupaciones durante la recuperación de una lesión es la pérdida de condición física. La inactividad prolongada puede llevar a una disminución de la resistencia cardiovascular y la fuerza muscular. Sin embargo, con ejercicios aeróbicos de bajo impacto, como el ciclismo estático, la natación o caminar a ritmo controlado, se pueden mantener las pulsaciones dentro del rango aeróbico y evitar la pérdida de forma física sin afectar la zona lesionada.

2. Mejor oxigenación y circulación sanguínea

El ejercicio aeróbico promueve una mejor circulación sanguínea, lo que es vital para el proceso de recuperación de lesiones. Un mayor flujo sanguíneo significa una mejor oxigenación de los tejidos, lo que acelera la curación, reduce la inflamación y facilita el transporte de nutrientes esenciales a la zona afectada.

3. Estimulación del sistema cardiovascular sin sobrecarga

Una ventaja de mantenerse en el rango de pulsaciones aeróbicas es que no se somete al sistema cardiovascular a un estrés excesivo. Esto es importante, ya que una sobrecarga podría generar inflamación adicional en la zona lesionada o incluso aumentar el riesgo de sufrir nuevas lesiones.

4. Control del dolor y reducción del estrés

La liberación de endorfinas asociada con el ejercicio cardiovascular moderado ayuda a controlar el dolor. Además, al mantener las pulsaciones en un rango aeróbico, se minimiza el riesgo de generar microlesiones o agravar la lesión existente. Esto también contribuye a reducir el estrés, que puede tener un impacto negativo en el proceso de recuperación.

5. Prevención de la rigidez y mejora de la movilidad

El ejercicio controlado en el rango aeróbico ayuda a prevenir la rigidez articular, especialmente después de un período de inmovilización por una lesión. Movilizar suavemente las articulaciones y los músculos lesionados dentro de un rango de intensidad baja a moderada mejora la flexibilidad y disminuye la probabilidad de desarrollar adherencias o cicatrices limitantes.

6. Facilita la rehabilitación progresiva

A medida que avanza la rehabilitación, se puede ajustar la intensidad del ejercicio cardiovascular gradualmente, manteniéndose dentro del rango aeróbico adecuado. De esta manera, se prepara al atleta para una vuelta segura a su nivel de actividad anterior, sin un riesgo elevado de recaída.

Conclusión

Mantener las pulsaciones aeróbicas durante el ejercicio cardiovascular no solo optimiza el rendimiento físico, sino que es fundamental en la recuperación de lesiones dentro de la fisioterapia deportiva. Al favorecer la circulación, mejorar la resistencia, controlar el dolor y reducir el riesgo de nuevas lesiones, este enfoque proporciona una base sólida para la rehabilitación. Los deportistas pueden continuar entrenando de manera segura mientras se recuperan, manteniendo su condición física y acelerando el proceso de curación sin comprometer la zona lesionada.

La combinación de ejercicios controlados y una gestión adecuada de la frecuencia cardíaca permite a los atletas regresar más rápido y con menos complicaciones a su actividad habitual, reforzando la importancia de un enfoque aeróbico en la fisioterapia deportiva.

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