El estrés nos exige un exceso de actividad que acaba afectando a nuestra salud. Afortunadamente existen métodos muy eficaces para combatirlo.
El estrés es la respuesta de un organismo a una acción procedente del medio que le rodea. Dicho de otra manera, el estrés es una media de adaptación a los cambios, por tanto el estrés es necesario para la evolución y la supervivencia.
Cuando nos enfrentamos a una determinada situación nuestro cuerpo realiza las acciones que cree necesarias para poder superarla: ajusta la frecuencia cardíaca, la frecuencia respiratoria, el tono muscular, la tensión arterial, la circulación. Una vez superada dicha situación, todos estos parámetros vuelven a su estado de normalidad.
Cuando esta situación se alarga en el tiempo o es demasiado intensa, la variación de estos parámetros perdura pudiendo llegar a alterar nuestra salud. Es decir, cuando un individuo tiene que enfrentarse a demasiados cambios o a cambio muy drásticos decimos que está estresado.
El estrés por tanto es el aspecto más físico de las respuesta a una situación a diferencia de la ansiedad que tiene que ver con un aspecto más cognitivo y emocional que deriva de la misma situación.
TRATAMIENTO DEL ESTRÉS
1-ACUPUNTURA
La medicina tradicional china tiene herramientas excelentes para tratar los síntomas derivados del estrés. Lo principal es realizar un buen diagnostico que nos indique dónde se encuentra el desequilibrio energético. Una misma situación estresante puede producir sintomatología diferente en dos personas diferentes según el desequilibrio energético que tengan.
Una vez determinado esto, se estimulan unos puntos concretos que tiene acción sobre los órganos que participan en el desequilibrio y han sido dañados por la situación estresante. A medida que estos órganos se recuperan, desaparece la sintomatología.
Entre 2 y 3 sesiones pautadas una por semana suele ser suficiente para notar cambios importantes. Si la situación estresante no ha desparecido, una vez que mejoran los síntomas es necesario confeccionar una pauta conductual que nos ayude a gestionarla mejor.
2-OSTEOPATÍA
En este caso sobre todo trabajaremos con osteopatía craneal y osteopatía fascial. El objetivo será corregir las tensiones que han quedado grabadas en sistema nervioso central y en el tejido fascial.
Por un lado, el exceso de trabajo que implica el estrés genera tensiones físicas en el sistema nervioso. La función del sistema nervioso es el control del organismo, si este no funciona bien empezamos a perder control y aparecen síntomas cómo: insomnio, dificultad de respirar, alteración del tono muscular.
Por otro lado, el movimiento interno de los tejidos conocido cómo movimiento respiratorio primario (MRP) garantiza las capacidades biomecánicas y la nutrición de las estructuras. Los efectos del estrés pueden también alterar dicho movimiento y por tanto dichas capacidades.
La osteopatía mediante movilizaciones manuales muy sutiles libera las tensiones neurales y corrige e MRP.
3-PSICOLOGÍA
La psicología es fundamental para aprender a gestionar situaciones estresantes. Delante de una misma situación, dos personas diferentes que tengan una visión y una actitud diferentes, pueden verse afectadas de forma diferente por el estrés.
La psicología tiene una gran variedad de estrategias para afrontar el estrés, desde ayudarnos a ordenar nuestras prioridades y administrar nuestro tiempo, a indicarnos que conducta seguir para evitar reacciones negativas. En definitiva la psicología nos ayuda a recuperar el control de la situación.
una de las manifestaciones que tiene el estrés es la psicosomatización, esto ocurre cuando nuestro cuerpo tiene un nivel alto de estrés pero el individuo lo ignora. Nuestro cuerpo nos intenta comunicar que hay un problema con la somatización: caída de pelo, aumento o disminución de peso, problemas en la piel y sobre todo problemas musculares
en general con dolor de espalda debido a la gran tensión acumulada. Lo más importante como siempre es saber escuchar a nuestro cuerpo, hacer caso de sus alarmas y combatir el problema.
