La teoría de la raíz y la rama es un símil que la medicina tradicional china utiliza para ilustrar el planteamiento de un tratamiento. En este caso no es una teoría fundamental que describa el comportamiento de la energía como lo hace la teoría del yin y el yang o la de los cinco elementos, más bien es una reflexión para el terapeuta.
Esta teoría recuerda principios terapéuticos de otras disciplinas muy diferentes como son la teoría osteopáica de la lesión primaria, o el tratamiento de fondo de la naturopatía. Pese a ser disciplinas diferentes, nacidas en lugares diferentes incluso en épocas diferentes. Acaban teniendo unos principios terapéuticos muy similares.
LA RAIZ
La raíz representa un desequilibrio energético profundo y antiguo del cual deriva el resto de la enfermedad. Igual que la raíz de un árbol alimenta el resto del árbol desde el interior de la tierra, la raíz de la enfermedad alimenta dicha enfermedad haciéndola crecer y desarrollar sus síntomas desde el interior de la persona.
La raíz es la causa verdadera de la enfermedad, normalmente hay que investigar mucho para poder llegar a ella ya que suele estar enmascarada por muchos síntomas.
A veces la raíz es un elemento externo que ha alterado el equilibrio energético de la persona, un accidente, un trauma o algo mucho menos evidente y que nos obligará a profundizar más en la entrevista para poder averiguarlo.
Otras veces la raíz es un elemento interno de la persona, un rasgo propio que la debilita en determinadas situaciones y la predispone a la enfermedad.
LA RAMA
La rama representa la parte más evidente de la enfermedad, es decir, los síntomas. Igual quelas ramas de un árbol, las ramas de una enfermedad salen a la superficie alimentadas por las raíces.
Habitualmente la rama suele ser el motivo de consulta, puede ser el síntoma en sí mismo como el dolor. O puede ser una alteración que produzca este dolor, pero no será la causa original, por detrás aún podremos encontrar la raíz.
RELACIÓN ENTRE RAMA Y RAÍZ
Una vez explicado el significado de ambos términos se abre el debate sobre qué es lo que hay que tratar.
Lo más sencillo es tratar las ramas ya que es lo más evidente, no hace falta profundizar mucho en la investigación y suelen ser fácilmente valorables. El problema es que este tratamiento será muy limitado en el tiempo ya que al tener una raíz que alimenta constantemente a los síntomas, cuando pase el efecto del tratamiento aplicado para paliarlos, estos volverán a aparecer.
Solo se deberían tratar las ramas (los síntomas) cuando las raíces (causas) hayan desparecido, sino volverán a aparecer.
Los autores más puristas defienden que hay que tratar solamente las raíces. De esta manera cuando la causa de los síntomas haya desparecido estos también lo hará puesto que ya no tendrán razón de ser. Aquí nos encontramos con otro problema y es que si los síntomas llevan mucho tiempo instaurados, puede ser que no desaparezcan aunque se elimine su causas original, tomando ellos la entidad de lesión en sí misma.
A la práctica lo que se acaba haciendo es tratarlo todo a la vez de esta manera, se aumenta y se acelera la eficacia del tratamiento. Solo queda decidir que va a tener prioridad, normalmente si la persona acude con una sintomatología muy aguda se la dará prioridad a la rama, si por el contrario la sintomatología es estable, se priorizará la raíz