El ejercicio terapéutico es aquel que produce unos efectos en nuestro cuerpo que nos ayudan a recuperar o mantener el estado de salud.
Cada lesión y cada situación requiere un ejercicio específico pero todos ellos tienen unos puntos en común que si no tenemos en cuenta puede ser que conviertan dicho ejercicio en ineficaz o incluso en destructivo.
1. EL UMBRAL DEL DOLOR
La regla del no dolor es la más importante a la hora de realizar un ejercicio saludable. Si hemos sufrido una lesión con rotura de tejido, la aparición de dolor durante el ejercicio puede significar que se está comprometiendo la zona afectada y por tanto dificultando su cicatrización o incluso dañándola más.
Si no hemos sufrido ninguna lesión pero sentimos dolor al realizar un ejercicio o incluso después, quiere decir que la estructura que trabaja no lo hace de manera correcta y se sobrecarga. Esto suele ser o bien por una mala praxis o bien por qué alguna alteración biomecánica (acortamiento, bloqueo articular) impide el buen funcionamiento.
En cualquier caso hay que detener la práctica del ejercicio para no ocasionar daños mayores.
2. POSTURA CORRECTA
Cualquier ejercicio implica un buen esquema corporal, si no mantenemos una postura correcta el ejercicio pierde eficacia o incluso nos podría lesionar ya que las palancas de fuerza y los puntos de apoyo no van a ser los mismo si cambiamos la postura.
Muchas veces es necesario trabajar la postura antes de empezar con el ejercicio propiamente dicho. Es más, el mantener una postura correcta puede convertirse en un ejercicio.
3.LA RESPIRACIÓN
La gran olvidada, una manera de saber que una postura nos es cómoda es precisamente el poder controlar la respiración, un ejercicio en apnea no es eficaz.
Cada ejercicio tiene una respiración concreta, lo importante de todos modos es que esta exista. A parte de los beneficios propios que cada ejercicio pueda obtener de la respiración, el respirar correctamente nos asegura que los tejidos se oxigenen mejor y por tanto realicen mejor su función.
4. CALIDAD NO CANTIDAD
Los ejercicios terapéuticos buscan mejorar la función de manera saludable, no mejorar la función a toda costa.
Realizando un ejercicio terapéutico no conseguirás el gesto deportivo más rápido, ni el más potente, pero si el trabajo que mejor se adapte a las exigencias naturales.
Dicho esto será más fácil comprender que lo importante del ejercicio terapéutico es hacerlo bien y no hacerlo mucho. Es importante prestar atención a los puntos que hemos mencionado antes: dolor, postura, respiración. Si perdemos el control sobre el ejercicio, perderemos eficacia terapéutica.
5.PROGRESIÓN
No se puede correr más que la naturaleza, se debe tener paciencia e ir evolucionando en la intensidad y complejidad del ejercicio a medida que nuestro cuerpo va evolucionando en su estado.
No tiene sentido practicar un ejercicio para el que nuestro cuerpo no está preparado, lo tejidos no van a absorber correctamente los efectos de este e incluso podría dañarse. Es aquí dónde interviene lo que llamamos readaptación al esfuerzo.