Cómo enfocar una dieta es la clave para que esta funcione. Expresiones cómo: “…en cuanto dejo la dieta vuelvo a engordar” o “…me prohíben comer lo que más me gusta” pierden su significado si las enfocas adecuadamente.
Para empezar, todos deberíamos estar continuamente a dieta, es una medida más para cuidarnos. Igual que a diario realizamos nuestra higiene para estar limpios y sentirnos bien, también deberíamos cuidar lo que comemos para estar limpios por dentro y sentirnos bien.
La sociedad actual nos empuja a seguir malos hábitos dietéticos, los alimentos cada vez son de peor calidad, es mucho más fácil conseguir un alimento de elaboración industrial que uno de origen natural, y también es más barato. Manipulan su composición para obtener sabores que nos sean muy agradables sin tener en cuenta su calidad. El hecho de que los efectos nocivos de la mala dieta sean a largo plazo, los hacen pasar desapercibidos y no nos deja ser conscientes del error que estamos cometiendo a la hora de consumir calorías de más, alimentos basura y productos industriales.
El ser humano es parte de la naturaleza y cuando se aleja de ella empieza a perder su salud. Cada vez que realizamos un mala hábito nos saltamos una ley natural y en consecuencia nos alejamos de ella. Estamos diseñados para movernos, por tanto el sedentarismo es un mal hábito que te aleja de tu naturaleza y perjudica tu salud. De igual manera el comer a deshora, comer demasiado o comer productos industriales son malos hábitos que nos alejan de nuestra naturaleza y nos hacen perder la salud.
Cuando una persona hace dieta empieza a notar cambios drásticos en su vida, pierde peso, se siente más vital, mejora su estado de ánimo, mejoran sus funciones vitales como la digestión, la circulación y el sueño. Cuando deja la dieta y vuelve a comer alimentos de mala calidad, a deshora y en cantidad excesiva, todos estos efectos desaparecen.
El error es que se concibe la dieta como si de un tratamiento se tratase, en el cual te sometes durante un tiempo a un medicamento esperando curarte para dejar de tomarlo. La dieta no es un tratamiento si no una forma de vida. Las personas que se quejan de que al dejar la dieta vuelven a aparecer los síntomas de su enfermedad no comprenden que la dieta no se puede dejar porque es como si dejases de hacer cualquier otra cosa que hagas para cuidarte. Por ejemplo podrías decir que cuando dejas de ducharte vuelves a oler mal, evidentemente el no ducharte es un mal hábito de vida que perjudica tu higiene y tu salud. El no cuidar tu dieta también es un mal hábito que perjudica la salud.Por todo esto el hacer dieta no debe considerarse algo malo, si no todo lo contrario. El hacer dieta debería servir de refuerzo positivo al comprender que estás haciendo lo mejor para ti, para tu salud.
Una dieta tampoco debe ser una tortura en la cual se pasa hambre y se coman cosas con mal sabor. Tampoco debe ser una obsesión que te obligue a estar siempre pendiente de cantidades o composiciones, es algo mucho más sencillo. Quizás al principio sí que tenga que ser algo más estricta para corregir alguna sintomatología, pero en cuanto esta esté controlada, la disciplina dietética puede ser tan solo una pauta de horarios y consejos fáciles de seguir. Hay que tener presente que el ser humano no es un robot o una máquina que consume siempre la misma cantidad de combustible, el margen dietético suele ser muy amplio. La dieta no debe convertirse en una obligación más, debe ser algo que salga de forma natural. Por eso es necesario educarse en la materia no limitarse a seguir las directrices escritas en un papel.
Hay que contemplar a los alimentos prohibidos en una dieta como si fueran veneno, porque realmente lo son, de efecto lento pero veneno al fin y al cabo. Por muy sabrosos que sean, el instante de placer que provocan en tu boca, se convierte en un efecto nocivo de larga duración en el resto de tu organismo. Por tanto tienes que sentirte bien contigo mismo no consumiéndolos. Es mejor pensar así que no pensar que te están prohibiendo algo que te gusta mucho y que cuando acabe la dieta el premio será volver a consumirlo, realmente el premio es el efecto que en ti produce el no consumirlo y debe servirte de refuerzo positivo la sensación de que estas manteniéndolo.
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