TENDINITIS POR CALCIFICACIÓN EN EL TENDÓN DE AQUILES

Dolor agudo en la parte interna del talón al apoyar el pie en el suelo, dolor a la palpación de la cara interna del talón. Rigidez matutina que mejora con los primeros movimientos. 

APROPÓSITO DE UN CASO:

Paciente que sufre de molestias habituales en la zona del talón desde hace años aunque estás molestias no suelen ser intensas. Durante la práctica deportiva siente un chasquido acompañado de un dolor que empeora en las siguientes horas. No aparece inflamación ni edema ni hematoma. 

Atendemos al paciente a los 5 días de la lesión lo cual no está mal para un servicio de fisioterapia. Durante la exploración nos llamó la atención que la molestia se reproducía al realizar un movimiento de flexión dorsal pero con la rodilla flexionada (estiramiento del músculo sóleo). El resto de movimientos no producían dolor a la contracción tampoco. La ecografía evidenció una gran calcificación en el tendón de Aquiles, el resto de estructuras no eran destacables. 

DISCUSIÓN: 

La calcificación no se ha creado en 5 días sino que ha debido tardar cómo mínimo varios meses. Además la calcificación no se encuentra localizada en la zona de dolor ni produce clínica aguda, por tanto la clasificación propiamente dicha no es la causa directa de la molestia que hoy provoca el motivo de consulta.

Cuando un tendón presenta una calcificación pierde sus capacidades mecánicas, es decir pierde la capacidad de deformarse, asimilar y transmitir fuerza, es decir no trabaja bien. Por tanto durante la realización de algún gesto va a generar  roces y tensiones anormales susceptibles de inflamar las estructuras colindantes. Dependiendo del gesto en cuestión se pueden ver afectadas unas estructuras u otras. 

En este caso hubo una sobres solicitación del músculo sóleo que produjo una irritación de su inserción en el talón. 

OBJETIVO DEL TRATAMIENTO:

El objetivo del tratamiento es drenar los residuos inflamatorios y lubricar en los tejidos locales (cara interna del talón), restablecer el tono muscular. En un segundo tiempo estudiaremos como mejorar la situación actual para prevenir recaídas.

TRATAMIENTO 1:

La primera opción de tratamiento hubiera sido neuromodulación percutánea (NMP) un técnica própia de la fisioterapia invasiva que nos trabaja a la vez la sensibilidad del dolor en el talón y el tono muscular del sóleo, pero el paciente lleva un marcapasos y eso es una contraindicación directa para las técnicas de electroterapia

TRATAMIENTO 2:

Cómo alternativa vamos a usar dos técnicas:

  1. TERÁPIA DE RELACIÓN FASCIAL: técnica manual muy interesante para descongestionar los tejidos a nivel local, drena los residuos inflamatorios y restable el metabolismo.
  2. PUNCÍON SECA: En este caso eco guiada. La punción seca consiste en insertar una aguja similar a las de acupuntura directamente en la fibra muscular, en este caso con el ecógrafo nos aseguramos de llegar la músculo sóleo que está ubicado por debajo del gemelo (interno en este caso). Esta técnica propia de la fisioterapia invasiva nos va a ayudar a restablecer el tono muscular.

TRATAMIENTO 3:

Una vez solucionado este episodio de molestia puntual, queda ver que podemos hacer para que no haya recaídas. En este caso el principal objetivo es la calcificación que es la que está haciendo que el tendón no responda bien a las cargas físicas.

La calcificación se ha creado cómo medida de protección para un tendón que está siendo sobre solicitado, nuestro cuerpo lo endurece para que sea más duro y resistente pero es un arma de doble filo, una jugada que no le sale bien ya que como consecuencia este tendón pierde plasticidad y sobrecarga estructuras colindantes.

Tal y como hemos dicho antes no conocemos ningún tratamiento que haga desparecer las calcificaciones y menos cuando son tan grandes, en tal caso el objetivo del tratamiento en esta fase de la lesión será intentar que el cuerpo adapte la calcificación y que el tendón sea mecánicamente lo más eficaz posible dentro de sus posibilidades.

  1. EJERCICIO TERÁPEUTICO: Fundamental para que se mantengas las mejora en el tiempo es que el tratamiento se activo. Vamos a diseñar una pauta de ejercicio terapéutica destinada a trabajar la flexibilidad y la movilidad de toda la extremidad para no sobre cargar el tendón durante los gestos.
  2. MASAJE: Nos va ayudar a descargar el exceso de tono muscular en aquellos músculos capaces de condicionar el tendón de Aquiles
  3. OSTEOPATIA: Posiblemente sea necesario una revisión osteopática para comprobar que no haya desequilibrios posturales que dificulten el trabajo de la extremidad inferior.

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